LIGAS MENORES: OTRA VIDA

Por el Pitcher Liga Mayorista: Rodrigo López

Que tal amigos lectores, si alguna vez usted se han preguntado como es la vida de un jugador en las Grandes Ligas, efectivamente es una vida de primer mundo donde el trato es de lujo.

Viajas en una avión privado sin tener que pasar por las gates, no tienes que preocuparte por el sobre peso y ni siquiera tienes que cargar tu equipaje, te lo llevan a tu cuarto donde sea que estés. Pero bueno, esto es solo un ejemplo de varios lujos que uno se da cuando estas en el big show (las Grandes Ligas), pero ¿qué hay detrás de todo esto?: las ligas menores.

A muchos de nosotros los mexicanos no nos gustan, ya que por el hecho de tener una liga profesional en el verano simplemente no es atractiva esta situación, pues dejamos de ganar dinero por la oportunidad de llegar a las Grandes Ligas y para muchos no vale la pena el sacrificar el salario por un sueño.

Pero más que eso, es el trato que se da en las ligas menores , ya que si comparamos el sueldo por el lado económico la verdad no es lo que uno tiene en mente ya que aquí en los Estados Unidos te retienen aproximadamente entre el 40 y 50 porciento de tu sueldo, así que de lo que te ofrecen en tu contrato hay que restarle la mitad , y en el ámbito deportivo o de competencia hay que recordar que las ligas menores son para desarrollar a los pelooteros y que hay un control y una reglas que hay que seguir.

En el caso de los pitchers hay algunas organizaciones que se guían por el número de pitcheos que haces, y si llegas al límite no importa que estés ganando un juego o si lo estás tirando sin hit ni carrera , de que vas para afuera vas para afuera, dependiendo el sistema u organización.

Es difícil de ver ídolos, o como jugador sentir el cariño de la gente o el respeto de los umpires, hasta de tus mismos colegas jugadores y es por esto que creo muchos de los nuestros se regrean a la verdadera competencia del beisbol, donde en muchas ocasiones renuncian al sueño de jugar en el mejor beisbol de el mundo, regresando con tu gente, con la pequeña o gran esperanza de que algún equipo te lleve de México directo a las Grandes Ligas.